La desolación del paisaje, que incluye devastadoras pérdidas no sólo agrícolas, y la belleza de la expresión de una naturaleza que se impone por encima de planificaciones y afanes humanos, se muestran en perfecta simultaneidad en Deltebre, arrasado en este comienzo de año por la borrasca Gloria, al igual que gran parte del litoral mediterráneo insular y peninsular.

El efecto en el espectacular y singularísimo Delta del Ebro de este arrollador temporal le ha hecho merecedor de encabezar los titulares de prensa, como un sufrido protagonista, de un fenómeno que ha afectado a toda la costa catalana, valenciana, murciana y parte de la andaluza y de las Islas Baleares.

Pero más llamativo que unos titulares de prensa apuntando a un principio de un final de esta joya natural, es presenciarlo en directo. Sumado a la percepción de lo que traducido en datos pueda resultar apocalíptico, la visión de la rotura de los perfiles conocidos causa un impacto incontestable. No hay palabras para explicar lo que produce que ya no sea posible volver a ver la Isla de Buda como la conocíamos. Seguirá siendo una diosa completa en este magnífico entorno natural, pero los paisanos y muchos de fuera que la conocían de antes lloran inevitablemente consternados su mutilación. 

Es precisamente desde el Delta del Ebro, donde Betlem Casanova defiende la casa de Río Abierto, y de su mano, desde donde ha arrancado justo este año el programa Naturalezas Sagradas, cuyo primer taller, centrado en la montaña, está programado en Montserrat a mediados de marzo. Lo llamativo es que el segundo taller, que abarca el río y el mar y que aún quería ser sorpresa, está ideado para desarrollarse en la Isla de Buda. Y así será, Naturaleza mediante.

No es de extrañar la conmoción en el entorno de esta parte de la familia, y reconforta saber que en Espai Delta, sede de la escuela, se organizó una actividad de movimiento para poner en danza  y dar el mejor curso a todo lo que el temporal estaba activando en el ánimo de las personas, en un lugar donde el contacto con la naturaleza es una realidad permanente y de todo punto.

Como tampoco es de extrañar que sea allí, con un cielo tan abierto como un guiño de expansión a la conciencia, donde en mayo se estrene un taller de la mano de la argentina Viviana Britos, sobre Astrología y Movimiento.

Que todo sea en un orden perfecto con la Naturaleza Sagrada e implacable.