La escuela del municipio navarro de Lekumberri tiene 300 alumnos y una incuestionable vocación didáctica, sanadora y de integración: Así lo delata el hecho de que haya activado la posibilidad de incluir sesiones de movimiento expresivo de la mano de Nere Iriarte en dos grupos de alumnos, después de que durante el curso 2017-18 realizará allí sus prácticas durante el último curso de su formación de Río Abierto en Pamplona.
En su sección de Educación, el Diario de Noticias de Navarra ha dado cabida, con una crónica en euskera, a lo que por ahora es un acontecimiento y que ojala llegue a ser cotidiano: que las escuelas e institutos incluyan un trabajo psicocorporal de efectos tan arrasadores en la salud integral de quienes lo practican, como es el de Río Abierto.
A continuación, la crónica traducida por la propia Nere, a la sazón instructora de Río Abierto, además de profesora en el mismo centro de Tecnología y CIencia, Matemáticas, Biología, Geología y Química, y que dedica una hora a la semana para dar movimiento expresivo a los 28 alumnos de primero de la ESO, a sugerencia de la dirección de este centro de 300 estudiantes, y después de la experiencia de las prácticas del año pasado.
El alumnado de la escuela Ibarberri, recibe clase de “Río Abierto”.
Refuerza la construcción de la identidad del grupo y el conocimiento personal de cada alumno.
Desde que comenzó el curso escolar, una vez por semana, los alumnos de primero de la ESO , juegan con la música, prueban nuevas experiencias, se conocen más a ellos mismos, liberan emociones y se desprenden poco a poco de la vergüenza.
Río Abierto es una técnica que surgió hace 50 años en Argentina. Su objetivo: el desarrollo y crecimiento de cada indivíduo.
Para ello, utiliza el movimiento (guiado, libre, creativo, energético…), la respiración, el masaje, la voz, el sonido, el silencio, la música, el juego, la pintura, el teatro y la relajación. Esta actividad da la opción de construir la identidad de grupo y el conocimiento personal de cada alumno.
Durante una hora, el alumnado tiene la oportunidad de escuchar cual es su necesidad. Primero, descubriendo la energía, fuerza y emoción, luego dándole un lugar en el cuerpo y finalmente liberándola mediante el movimiento, la palabra y la expresión. Jugamos todas las semanas, creando nuevas propuestas de trabajo grupal.
Cada jueves, se crea un espacio donde el alumnado rompe con la cotidianidad de las aulas. Un lugar de libertad donde pueden hacer cualquier cosa, excepto hacerse daño a ellos mismos y a sus compañeros/as.
Para este grupo que está cruzando la puerta de la adolescencia, está siendo un gran reto olvidarse de la vergüenza para poder sacar la voz, bailar e interpretar delante de sus compañeros/as; están descubriendo un contacto físico y emocional desconocido hasta ahora.
Cabe destacar el trabajo del alumnado con falta de atención, ya que aquí encuentran un lugar especial donde desarrollar sus capacidades y sentirse, por fin, protagonistas.
Como profesora, es un verdadero placer disfrutar de los alumnos en este ambiente donde las reinas son la creatividad, el goce y la libertad. Me emociona el ser testigo de su risa, libertad, disfrute y de su evolución y desarrollo personal, con ellos mismos y con los demás.
Mi regalo: el brillo en sus ojos al finalizar la clase, en la rueda final.