Gracias David, allí donde estás ahora:
Desde el corazón siempre quise compartir contigo la fascinación que supuso para mí tu maravillosa obra Corrientes de vida, en que con tanta generosidad y entrega nos regalas tu comprensión del ser humano desde sus orígenes embrionarios. Me sentí tocada por tu visión integradora del increíble entramado del cuerpo y la psique (alma humana en griego).
Sabiduría y amor danzan en tu presencia, en tus aportaciones, resaltando el gran valor del vínculo como espacio sanador por encima de las técnicas.
Siento tu trabajo resonando profundamente con nuestra mirada desde Río Abierto a este ser humano multidimensional que somos.
Gracias también por recoger el legado de W. Reich y el de tantas investigadoras e investigadores que enriquecen nuestra búsqueda, en un todo profundanente coherente y lleno de significado.
Gracias infinitas por ser y tocarnos con tu presencia.
M. Sol Román y el agradecimiento infinito del equipo de Espacio Movimiento Río Abierto