Ha sido solo una experiencia piloto, en sendos institutos de Barcelona y Cornellà de Llobregat, con quince y veinte participantes respectivamente, pero de una hondura y una eficacia tan reales y profundas que todo parece indicar que para el próximo curso lectivo la experiencia del trabajo psicocorporal de Río Abierto se expanda hacia las cuatro provincias catalanas.

El efecto logrado sobre el estrés y hacia el bienestar de l@s docentes no deja lugar a dudas sobre la conveniencia de la práctica de Río Abierto para el colectivo de enseñantes, que en muchos casos ha redescubierto la posibilidad de una calidad en la respiración, una lucidez y una consciencia emocional que se dirían nuevas, entre otros efectos extraordinarios mencionados en los testimonios aportados en Odissea, el entorno virtual de formación para el profesorado de toda Catalunya (*).

La aventura tomó tierra durante el primer trimestre de este curso lectivo 2018-19 y consistió en ocho talleres de una hora, dos por área temática, centrados en: Fundamentos físicos, Control postural; Expresión, respiración; Identificación de emociones y roles, y Comunicación y creatividad, además de otras ocho horas dedicadas a la reflexión y puesta en común de forma virtual, a través de Odissea en la que Quirai Tikas, de la comisión de Educació de Río Abierto Calatunya, dispuso los contenidos.

Y todo ha sido fruto de un trabajo de equipo impulsado desde Espai Delta -Río Abierto Catalunya, cuya directora, Betlem Casanova -a la sazón docente que ama la enseñanza y el trabajo psicocorporal- viene desde hace una década buscando vías de penetración en Ensenyament, para auspiciar en el colectivo docente los beneficios de un trabajo que no tiene parangón con nada de lo que se ofrece desde la administración oficial.

El germen más concreto, el que propició el encuentro entre la quincena de personas más comprometidas y que ha culminado por ahora con los talleres impartidos por Carolina Arín y Maribel Barnola, en Barcelona, y Adriana Adanalian y Berta Ferrer, en Cornellà de Llobregat, quedó prendido durante una dinámica propuesta por la directora de Río Abierto España, Graciela Figueroa en el encuentro de titulad@s y certificad@s de 2017, cuando la gente llegada de Catalunya quedó en contacto y comenzó a relacionarse de forma más fluida y a encontrar intereses comunes.

A partir de ahí empezó el trabajo para dar forma a un proyecto que se ajustara a los rigores de la administración educativa para que abriera la puerta y diera solidez al aterrizaje, y todo floreció felizmente con esta experiencia piloto, que ha evidenciado -como en cada sesión con el profesorado en tantos lugares de la geografía, de forma más o menos eventual, más o menos continuada- lo benéfico del trabajo para un colectivo tan comprometido y estresado como es el profesorado.

Tal y como indica el proyecto, se trata de un curso de descubrimiento de un@ mism@, hábil para l@s docentes de todas las etapas educativas, y hacia el objetivo que parece imprescindible de crear junt@s la posibilidad de una nueva educación. En línea con el trabajo habitual de Río Abierto, se utiliza el movimiento guiado, libre, creativo, espontáneo; técnicas de respiración y de conciencia sensorial y postural, así como juegos de roles, entre otras dinámicas, siempre al servicio del bienestar y del reconocimiento de los estados anímicos, para poder regenerar la alegría y la vitalidad, primero en el colectivo docente y desde ahí hacia nuevas formas de encuentro con el alumnado.

El curso tiene efectos prácticos claros en la capacidad del/ de la docente no sólo hacia sí mism@ sino hacia el ejercicio de su profesión, con mayores cotas de creatividad y consciencia en todas las situaciones, incluida la gestión de conflictos, y hasta en el aprendizaje de liberar y regular la voz, lo que tiene consecuencias inmediatas en la mejora de la comunicación.

Con todo lo que se diga, son los testimonios de l@s maestr@s, sus primeras impresiones, lo que avala de forma más directa la conveniencia de avanzar por este camino. Que así sea y la implantación en las cuatro provincias el curso que viene 2019-20 sea solo el principio de una expansión que nos lleve a una revisión de la salud del profesorado deseable para tod@s. Gracias de todo corazón a la institución de Ensenyament por la apertura y la confianza que nos ha permitido mostrar un trabajo tan poderoso desde dinámicas tan sencillas y universales. Que siga la mejor colaboración para tod@s.

(*) Testimonios de l@s alumn@s a través de la web Odissea

Estas primeras actividades me han permitido tomar conciencia de las diferentes partes del cuerpo y, sobre todo, tomar la  decisión de cuidar una a una y buscar ratos en el día a día para cuidarme a mí mismo. Me he dado cuenta de la importancia que esto tiene para mi bienestar personal y de qué manera influye esto en mi relación con las personas que me rodean.
Qué placer interior he sentido experimentando la conexión con el resto, la sensación interior de paz, de relajación… haciendo una piña en el centro del gimnasio en la que podríamos haber estado horas y horas apoyados los unos en las otras…
Me gustó mucho cuando danzamos y cantamos todos la canción de “La la la”… cuando íbamos hacia el centro y después nos alejábamos, me dio la sensación de que estábamos todos y todas muy conectados y vinculados. No sé cómo lo han hecho las facilitadoras, pero parece que el gimnasio del Instituto fuera una burbuja de oxigenación y de buenas vibraciones. Al menos yo salgo de allí con estas buenas sensaciones y con ganas de seguir disfrutando más.
La respiración es un tema que desde la educación física lo tenemos muy trabajado, desde el punto de vista de buscar un rendimiento y aumentar nuestra capacidad aeróbica o desde la búsqueda de la relajación. Pero nunca lo había sentido tanto desde dentro. Es decir, desde un bienestar personal y un trabajo a través de un control respiratorio entrar en sintonía con mi parte más emocional del cuerpo.
Me llevo algunas actividades que me han gustado mucho que intentaré realizar con los alumnos. La verdad es que este curso me está sirviendo para ponerme en la piel de mis alumnos. Y también para mejorar el planteamiento de las actividades de mis sesiones, porque es más fácil transmitir eso que tú has vivido, que no lo que has visualizado en un libro. No sólo me servirá para liberarme, sino que utilizaré los conocimientos y la experiencia para transmitirlas a mis alumnos.
Me gusta el clima de entrega y las actividades de toda la clase donde conseguimos conectar con un estado global de bienestar común.
Solo si nos miramos sabemos cómo se siente aquella persona, si nos fijamos cómo camina, cómo se siente, cómo es su mirada, con qué rigidez sonríe… son tantas cosas las que somos capaces de decir sin hablar… por nuestra labor como docentes siempre  tenemos esta sensibilidad para detectar más allá de lo que nos dicen nuestros alumnos. Es fácil ver en ellos.
¿Cómo es que no somos capaces de verlo en nosotros? ¿Por qué no nos miramos a nosotros?
Nos habéis hecho analizar diferentes emociones a través del movimiento del cuerpo, lo que comunica el cuerpo… sin hablar… es un ejercicio que me encanta.
Hubo un momento que parecía que nos introdujéramos en un concierto cuando todos empezamos a dar saltos y dejarnos ir al ritmo de la música. En ese momento me di cuenta de que era eso lo que necesitábamos también: desahogarnos, sentirnos libres dentro de un aula sin ataduras y siendo nosotros mismos.
[…] quizá por el rol que tenemos que tener los profesores de mostrarnos como modelos, de saber estar en cada momento (especialmente los que estamos en Ed. Secundaria), nos sentimos un poco cohibidos cuando tenemos que hacer estas actividades, pero reconozco que van genial.
Finalmente, la sesión cerró con un abrazo en el que todos nos dimos al grupo y nos transmitimos muy buenas vibraciones. Aquella sesión recuerdo que llegué con un frío terrible y la sensación de irme con los pies, las manos, el pecho… el corazón caliente, fue maravillosa!
Quiero agradecer este momento al grupo y a las maestras que dirigen el curso porque instantes como estos hacen que te sientas parte de algo, parte de un momento de ternura y equilibrio, de hermandad y de entendimiento que muchas veces nos olvidamos de cultivar con la oleada de toda la semana …
Empiezo a entender mi cuerpo cuando es libre y quiero explorar esta libertad.
Tenía muchas ganas de encontrarme con el grupo, de compartir, reír y disfrutar de las propuestas ya que la semana había sido dura. Los primeros momentos para sentirnos, encontrarnos a nosotros mismos, ver cómo estamos, despertar cada una de las partes del cuerpo y compartir en el círculo las sensaciones que traemos.
Muy gratificante poder sentir el peso de los problemas pero desde el apoyo de los compañeros y compañeras.
Quererme, darme tiempo, regalarme. Han sido cosas que me habéis enseñado en este curso, en todos los bloques, tan bien ligados y trabajados.
Me doy cuenta que en la escuela faltan más actividades creativas para nuestros alumnos y que todo vale, desde el respeto y las aportaciones que ellos puedan hacer. Muy interesante poder expresar con el arte las emociones. Pasar de un trabajo individual y cómo integrarlo con el grupo me ha parecido muy constructivo.
Mi corazón siente todo lo que es bueno para mí, me relaja y late con calma, mi respiración le ayuda y el movimiento del baile lo complementa, la felicidad interior está dentro de mí.