El centro de todas sus propuestas es el cuerpo en movimiento, fundamentalmente la danza y la expresión corporal, aunque también utiliza otros recursos creativos que permiten transformar a nivel psicosocial y emocional como el juego, la representación escénica o la voz. La música fue un elemento importante del taller que de alguna manera acompañó la mayoría de las actividades.
Las diferentes sesiones, dirigidas, a la totalidad de los alumnos de ESO del centro, comenzaban con un trabajo fundamentado con la imitación, en la que la Gabriela los retaba a realizar movimientos y escenificaciones muy diversas, siempre adaptadas a sus características para que todos se sintieran implicados y cómodos. Después de esta actividad inicial, daba paso a otras propuestas para que los alumnos pudieran seguir desarrollando su creatividad, siempre al ritmo de diferentes estilos musicales. Al final de la sesión se abría la posibilidad de que los alumnos pudieran compartir la experiencia vivida con el grupo.
Gabriela, con sus conocimientos y simpatía, logró animar a los alumnos, e introducirlos en una dinámica de trabajo muy sugerente e interesante, debido a que no sólo pretendía hacerlos bailar, sino también que exploraran entre sí a nivel creativo y sensitivo.
La actividad en conjunto fue gratificante para todos y consiguió el objetivo que se pretendía dentro de la materia de educación física de mostrar y experimentar con el cuerpo de una manera diferente a la habitual, siendo de alguna manera atrevida , agradable y capaz de generar emociones muy diversas.
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