Para cuando escuchó la sugerencia de quien había sido su alumno Antonio Sánchez y que imparte cursos de educación emocional en el Centro del profesorado, la responsable de Río Abierto Jerez, Charo Fernández llevaba una trayectoria de más de veinte años comprometida con la enseñanza y, sobre todo, con el convencimiento de que gran parte de la transformación del mundo viene de la mano de la transformación de la educación.
A ese convencimiento de la responsable del Centro de Psicología Humanista, CPH Jerez, alineado a su vez con las tesis del psiquiatra y creador del SAT Claudio Naranjo, se sumaba en este caso su conocimiento y la práctica de las herramientas de Río Abierto, una dinámica psicocorporal cuya formación imparte desde hace ya años. Para ella, aplicar la utilidad del instrumental de este sistema a un colectivo que conoce bien y en el que deposita su confianza para la transformación del mundo era ver cumplido un precioso anhelo.
El éxito de la experiencia piloto en 2018-19 de articular un recorrido de un año, con contenido propio y a su vez introductorio de la formación Río Abierto, y en el que han participado 18 profesores y profesoras, lo mide entre otras variables la significativa proporción de ell@s que han optado por incorporarse al grupo que empezará a formarse en esta integradora terapia, durante este curso 2019-20, para completar un trabajo personal y en grupo que durará tres años.
Pero el mejor signo del resultado impresionante de esta experiencia es que el profesorado ha ido celebrando continuamente todas las vivencias. Según Charo Fernández, al principio mostraban la intención de aprender herramientas para trabajar con el alumnado y poco a poco se han ido asumiendo como canales para poder transmitir lo que iban vivenciando; cada vez se entregaban más a la experiencia y a su propia transformación para favorecer la transformación de las personas que están cerca.
La idea llevada a cabo, y que el CPH va a revalidar para un nuevo grupo de profesores y profesoras durante el curso que ahora empieza, era buscar una toma de contacto con el trabajo de Río Abierto, tanto para el propio beneficio en primera persona como para llevarlo a la escuela, pero también como una introducción motivadora hacia la formación completa en esta terapia, que dura tres años.
Charo Fernández, que llegó a la terapia, como psicóloga, desde un recorrido en la enseñanza de quince años, como profesora y también un tiempo como jefa de estudios, persigue, además de facilitar todas las herramientas posibles a un colectivo cuya vocación no siempre encuentra el respaldo necesario y del que ella se siente siempre parte, conseguir que la Junta de Andalucía reconozca y homologue las horas de trabajo con Río Abierto como horas de formación propias del profesorado.
Siempre con el movimiento, el contacto, la danza consciente, la expresión, la creatividad y la meditación, todo en sus múltiples formas, y bajo el título Introducción a la formación de Río Abierto, por una educación viva y transformadora, los contenidos de este recorrido, que no están por ahora escritos en ningún sitio, están organizados en cuatro bloques, distribuidos en otros tantos fines de semana, centrados respectivamente en: reconexión con lo esencial; físico motor; emocional y mental-espiritual, redondeando hacia los primeros contenidos. En conjunto, se trata de reconectar con el ser encarnado, más allá de las apariencias, las creencias o las experiencias vividas, a través de las diversas dimensiones cuerpo, emoción, y pensamiento.
Además de esos cuatro fines de semana, programa se completa con sesiones quincenales de dos horas, de trabajo sobre sí, impulsado por todo lo que se va dando en los talleres intensivos y la propia dinámica de grupo, y que vienen a completarlo.
Para Charo Fernández es una satisfacción el resultado de la experiencia piloto orientada a que quienes pasan por allí se familiaricen con todas estas herramientas en su camino de conocimiento, para abrir las puertas que permitan irlas trasladando también hacia el alumnado, algo que ya vienen aplicando algun@s de los profesor@s en sus aulas.
Según la responsable del CPH es de destacar la entrega y la disposición de las personas de este grupo, así como su heterogeneidad: profesores de muy diversos niveles, desde infantil hasta docentes universitarios -incluídos profesores de futuros maestros-, profesionales de orientación educativa, y psicólogas y pedagogas que trabajan a su vez con profesores, y con alumnos, padres y madres en diversos centros educativos.
De entre todos los motivos de satisfacción y motivación de este proyecto, Charo Fernández destaca la oportunidad de poner un granito de arena desde este trabajo que es Río Abierto en cuanto a la formación del profesorado y con una intención clarísima que tiene que ver con «un anhelo que tengo desde hace muchos años y que ya compartía Claudio Naranjo de poder cambiar la educación para cambiar el mundo», hacia el camino de educar para ser”.